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Ciberdelincuencia, preparándose para los tipos principales

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La era digital en la que estamos inmersos es muy beneficiosa en muchos sentidos, puesto que el uso de las nuevas tecnologías ha facilitado un gran número de actividades. Sin embargo todo tiene una parte oscura y hablando de informática no va a ser menos, por este motivo a raíz de que nace la digitalización también aparece la ciberdelincuencia. Cada día escuchamos sobre nuevos delitos informáticos que han llevado a cabo los hackers o incluso personas que simplemente tienen un conocimiento digital extra.

Sin ir más lejos, no hace mucho nos levantábamos con la noticia de que un grupo de estudiantes de una escuela de Pontevedra había colocado un software en los ordenadores del centro que era capaz de detectar cada vez que se pulsaba una letra o número del teclado, pudiendo así hacerse con las contraseñas de los profesores y aprobando las asignaturas “de gratis”. Como este, muchos delitos son los que se cometen en el sector informático, algunos más o menos solucionables pero otros de una gravedad importante. ¿Cuáles son los más habituales?

Delitos que causan daños directos

Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de los antivirus. , En realidad, los fabricantes no crean estos programas por gusto, más bien intentan ofrecernos una solución inmediata para que no seamos víctimas de un hackeo. Este tipo de delitos son muy frecuentes en informática. En este caso, lo que hacen los ciberdelincuentes es introducirse de forma ilegal en el sistema que tenemos establecido, instalándose en los diferentes dispositivos. Lo que hacen es dañar, borrar, alterar… todos los archivos, o gran parte de ellos, quedándonos así sin datos y sin la información relevante que teníamos almacenados. Es un tipo de delito informático muy común. Es por ello que es fundamental que contemos con un buen antivirus para evitar este tipo de situaciones.

El típico “robo” de Wi-fi

Este sí que es un delito común donde los haya, porque siempre hay algún “listillo” que, por no pagar la cuota de Internet, se mete sin autorización en el del vecino o en la de algún lugar dotado de Wi-Fi. Si no los pillan, eso que se han llevado, pero lo habitual es que no tengan buena suerte a largo plazo. Las autoridades consideran que este hecho es un acto delictivo y por tanto tiene una multa económica cuya cantidad depende del tiempo que haya durado el delito. Por norma general, este tipo de actos suelen tener una pena de más de 400 euros si se han cometido en un periodo que oscile entre los tres y los doce meses.

Delitos contra la intimidad

Desde hace un tiempo se ha puesto de moda que los hackers entren ilegalmente en nuestros sistemas informáticos y se adueñen de todos nuestros datos personales o información confidencial sin tener autorización ninguna. El modus operandi es sencillo:, instalan un software en nuestro dispositivo para obtener todo lo que necesitan de una forma rápida y sin que apenas nos demos cuenta. Prácticamente en un abrir y cerrar de ojos nos habrán “desplumado”. Estos actos también se consideran delictivos y lo cierto es que estarían atentando contra nuestra intimidad, teniendo por este penas mucho mayores.

Clásicas estafas en informática

Finalmente, no podemos olvidar nombrar las clásicas estafas informáticas, que son las que se llevan a cabo como un timo tradicional, pero la vía por la que se realizan es Internet. Es decir, los ciberdelincuentes utilizan los sistemas informáticos para cometer sus engaños. ¿Lo más habitual?, mandarnos un correo electrónico prometiéndonos grandes cantidades de dinero a cambio de un “pequeño” ingreso, sin embargo, en el caso de que caigamos en la trampa y donemos la cantidad que nos piden, perderemos absolutamente todo.

Otro método común en relación a todo esto es el phising, con el cual los estafadores se hacen con nuestras contraseñas bancarias de una forma totalmente fraudulenta, metiéndose fácilmente en nuestras cuentas y arramplando con el dinero que tengamos en ellas. Y por último, debemos nombrar la estafa del Carding, algo parecido al Phising pero, en esta ocasión, lo que se hace es copiar las tarjetas de crédito que tengamos, siempre que las hayamos utilizado para llevar a cabo cualquier acción a través de Internet. Prepararse para estos tipos de ciberdelincuencia es fundamental y por ello se recomienda que los profesionales cursen el máster en ciberseguridad, con el cual estarán muy bien preparados para enfrentarse a cualquier amenaza.