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Estudio del Trabajo

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Para poder llegar a la meta, debemos saber desde dónde partir

¡Necesitamos una máquina más grande! ¡No me alcanza el personal! ¡A esta línea de producción no se le puede pedir más de lo que hace! 

¿Os suena familiar? Cuando el mercado jala, las operaciones deben explotarse al máximo. En este entorno, es muy común adjudicar la falta de cumplimiento en el plazo y/o en las cantidades de producción requeridas a la falta de capacidad de las máquinas o a la necesidad de incorporar más personal. Sin embargo, ¿se conoce realmente cuál es la capacidad del sistema? 

En la asignatura Lean Manufacturing del Máster en Dirección de Producción y Mejora de Procesos Industriales, suelo colocar un ejemplo muy simple de visualizar. Todos, alguna vez, hemos utilizado una copiadora, sea en la empresa o en el hogar. Tomemos un ejemplo cualquiera de la capacidad de una máquina de copiado, supongamos, 30 copias por minuto. Esto significa que en una hora, la máquina es capaz de realizar 1.800 copias. Ahora, imaginemos que debemos copiar una carpeta con la documentación de un cliente y, oportunamente para el ejemplo, tenemos 900 hojas, con información en ambos lados, es decir, necesitamos copiar 1.800 páginas. 

¿Estaría bien suponer que esta tarea nos demandaría una hora? 

Parece lógico que si la copiadora puede reproducir 1.800 páginas por hora, y se tienen 1.800 páginas para copiar, la cuenta es casi inmediata y, efectivamente, la máquina demorará exactamente una hora para finalizar la tarea. 

Sólo que nos hemos olvidado de un pequeño detalle: ¡El proceso! Es decir, el sistema que combina la máquina, el operario, el material y el método, además del ambiente de trabajo. 

Ahora, invito al lector a imaginar el método para realizar la copia de un documento. Comencemos por la primera hoja: 

  1. Levantar la tapa de la copiadora
  2. Posicionar la hoja para el copiado
  3. Bajar la tapa de la copiadora
  4. Apretar el botón de copiado 

Continuemos con la segunda copia, cuya operación será igual a las siguientes: 

  1. Levantar la tapa de la copiadora
  2. Sacar la hoja existente
  3. Dar vuelta la hoja para copiar el reverso
  4. Posicionar nuevamente la hoja para el copiado
  5. Bajar la tapa de la copiadora
  6. Apretar el botón de copiado 

En el desarrollo de esta ardua tarea de copiado de documentos, al operario le suceden cosas. Por ejemplo, se distrae, tiene necesidades fisiológicas, conversa con el supervisor y, obviamente, se fatiga. También se debe tener en cuenta la cualificación del operario para realizar la tarea. 

Si retomamos la pregunta sobre cuánto tiempo demorará el copiado del documento, todos coincidimos que llevará mucho más de una hora.  

La solución estará en comprar una copiadora de mayor capacidad? A caso, será mejor contratar más operarios? 

Si bien las acciones pueden terminar en inversiones, antes de salir corriendo a adquirir una mayor cantidad de recursos, es menester conocer cuál es la verdadera capacidad del proceso productivo. Para ello, la Medición del Trabajo. 

¿Qué es el MTM? 

Methods-Time Measurement (MTM) es una de las técnicas de medición de trabajo más extendidas en el ámbito empresarial. Fue desarrollado por HB Maynard, JL Schwab y GJ Stegermenten, en los Estados Unidos, en la década de 1940. Su objetivo es reconocer, clasificar y describir los movimientos necesarios para llevar a cabo una acción por parte de un trabajador y asignarle un tiempo de realización predeterminado. 

Durante la investigación, estos expertos filmaron a los operarios de distintas industrias a una velocidad de 16 imágenes por segundo y segmentaron la tarea en aquellos movimientos básicos que debía realizar el empleado para llevar adelante sus actividades: movimiento de manos, brazos, piernas, desplazamientos, revisión visual, etc., y decodifican los movimientos elementales de la mano y los dedos (alcanzar, coger, mover, posicionar, soltar, desalojar, girar y aplicar presión), así como las funciones visuales (recorrido ocular e inspeccionar), entre otros. Luego, asignaron un tiempo a cada movimiento básico que llamaron tiempo predeterminado, en función de la naturaleza y las condiciones de la tarea. 

En 1949, la revista “Factory Management and Maintenance“, publicaron una idea general del sistema MTM, que poco después describieron su libro “Methods Time Measurement“, la base del estudio del trabajo. El MTM se difundió rápidamente por el mundo de las industrias y, posteriormente, otros sistemas basados en el MTM fueron desarrollados: el MTM-2, una segunda generación en 1965 y el MTM-3, una gran simplificación desarrollada en 1970. A partir de esto, el sistema original es comúnmente llamado MTM-1. 

¿Para qué sirve realizar un Estudio del Trabajo? 

La principal justificación para realizar un estudio del trabajo y aplicar los conceptos MTM es la optimización de los procesos productivos críticos. Como se mencionó en el ejemplo, la copiadora tiene capacidad suficiente, pero la limitante es la operación manual realizada por la persona. Definir cuál es el tiempo óptimo que el trabajador debe emplear para realizar una tarea, incluyendo su cualificación, la fatiga, el diseño del proceso y las distracciones, es la piedra angular para la toma de decisiones sobre capacidades. 

El Estudio del Trabajo también permite estandarizar actividades. Luego de la medición y análisis, se puede determinar cuál es la mejor combinación de movimientos, para conseguir el menor tiempo de operación. 

Además, con un buen conocimiento de los pasos en la ejecución de las tareas, se pueden fijar objetivos de producción, establecer las capacidades máximas, presupuestar horas extras, concertar compromisos de outsourcing y, el fin fundamental de toda empresa, optimizar costos. 

Ventajas de conocer perfectamente el Trabajo 

  • Conocer el mejor método para realizar una tarea y estandarizarla. 

  • Eliminar acciones innecesarias, reduciendo Mura, Muri y Muda 

  • Determinar los recursos materiales y humanos necesarios para conseguir capacidades máximas posibles de alcanzar y mantener en el tiempo. 

  • Conocer los tiempos de producción. 

  • Identificar problemas de ejecución. 

  • Definir puestos de trabajo, fijar objetivos desafiantes y asequibles, y confeccionar un buen sistema de incentivos y promociones. 

  • Reducir fallos y mejorar la calidad por medio de la confección de procedimientos estandarizados. 

  • Cualificar los empleados por medio de capacitaciones detalladas en los pasos de ejecución de las tareas. 

  • Aumentar la competitividad de la compañía. 

Desventajas de embarcarse en un Estudio del Trabajo bajo los conceptos MTM 

  • La medición de los tiempos de las actividades es un trabajo complejo y que demanda cierta cantidad de tiempo. Realizar un análisis MTM implica horas del experto en Planta y un estricto seguimiento de la planificación del proyecto. 

  • En ambientes industriales complejos, antes de realizar un estudio de tiempos, se debe acordar entre todas las partes, es decir, debe haber consenso entre la Gerencia, el Sindicato y los Trabajadores. 

  • En una misma empresa, el estudio del trabajo puede ser diferente en las distintas plantas industriales, ya que tanto la distribución de los equipamientos como el ambiente de trabajo pueden ser diferentes. 

  • El estudio del método debe repetirse cada vez que existe un cambio en el proceso. Si bien esto es obvio, debe considerarse en los costos de las reingenierías. 

  • Existen pocos analistas del trabajo que sean expertos. 

¿Por qué realizar un Estudio del Trabajo? 

Para retornar al título de este post, para poder alcanzar las metas de mercado y/o de productividad, es necesario primero conocer en dónde se está. Difícilmente se puedan establecer objetivos de ventas si no se conoce cuál es la capacidad de producción. 

Los procesos productivos, además de estar compuestos por las máquinas instaladas, son operados por personas y las materias primas, las condiciones del ambiente de trabajo, la cultura regional de los empleados y hasta el mismo management, tienen variaciones de una planta a la otra. Pensar que la capacidad de producción es directamente proporcional a las capacidades de las máquinas definidas por el fabricante, se limita exclusivamente a los procesos continuos y no es completamente verdadero. Por ello, conocer la verdadera capacidad del sistema operario-máquina-entorno es la clave para ser ágiles y competitivos en los mercados. 

Por ello, más allá de la complejidad del MTM, es importante realizar un estudio del trabajo para fijar la línea base y a partir de allí cimentar el desarrollo y la competitividad de las operaciones.