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Desarrollo Sostenible

Huella hídrica: cómo medir y reducir el consumo de agua en la empresa

Susana Muñoz

El agua es un recurso esencial para casi todas las actividades humanas y empresariales. Aunque su disponibilidad pueda parecer garantizada, la realidad es que el consumo responsable de agua es hoy más urgente que nunca. Las sequías, la contaminación de fuentes hídricas y la sobreexplotación de acuíferos ponen en riesgo no solo los ecosistemas, sino también la continuidad operativa de muchas empresas. 

Por eso, medir y reducir la huella hídrica no es solo una cuestión ambiental, sino también una decisión estratégica.

En este artículo abordaremos qué es exactamente la huella hídrica, cómo se calcula, qué impacto tiene el uso del agua en los procesos empresariales y qué herramientas y estrategias pueden aplicar las organizaciones para avanzar hacia una gestión hídrica más sostenible.

Te puede interesar conocer más sobre la sostenibilidad corporativa y cómo integrarla, más allá del greenwashing.

Qué es la huella hídrica y cómo se calcula

La huella hídrica es un indicador ambiental que mide la cantidad total de agua dulce utilizada directa e indirectamente en la producción de bienes y servicios. Fue desarrollada por la Water Footprint Network y permite conocer no solo el volumen de agua empleado, sino también su origen y destino. 

Se divide en tres componentes: 

  • Huella azul: agua superficial o subterránea utilizada.
  • Huella verde: agua de lluvia aprovechada.
  • Huella gris: agua contaminada como resultado del proceso productivo.

Calcular la huella hídrica implica analizar toda la cadena de valor: desde la extracción de materias primas hasta el uso y disposición final del producto. 

Por ejemplo, una empresa textil debe considerar el agua utilizada en el cultivo del algodón, el teñido de las telas y el lavado durante el ciclo de vida del producto. 

Este cálculo permite identificar puntos críticos y tomar decisiones más informadas para reducir el impacto ambiental asociado al agua.

Impacto del uso del agua en operaciones empresariales

El uso intensivo o ineficiente del agua en las operaciones puede tener consecuencias significativas tanto para el medio ambiente como para la propia empresa. 

En términos ambientales, un uso excesivo puede degradar fuentes de agua, afectar la biodiversidad y contribuir a la escasez hídrica. 

Además, el vertido de aguas residuales sin tratar genera contaminación, afectando la calidad del agua disponible para comunidades y ecosistemas.

Desde una perspectiva empresarial, los riesgos también son considerables. La dependencia de recursos hídricos en zonas vulnerables puede derivar en interrupciones operativas, sanciones regulatorias, conflictos con comunidades locales e incluso daño reputacional. 

Por eso, muchas organizaciones están incorporando la sostenibilidad ambiental como parte integral de su modelo de negocio, incluyendo objetivos específicos de gestión hídrica en sus planes estratégicos. También es clave entender cómo ESG en la estrategia empresarial refuerza estas acciones.

En este escenario, resulta importante considerar también el impacto hídrico de las tecnologías digitales. Aunque comúnmente se piensa que la inteligencia artificial (IA) o la computación cuántica tienen un impacto principalmente energético, lo cierto es que también consumen grandes volúmenes de agua, principalmente para refrigeración de los centros de datos donde se ejecutan estos sistemas.

Los modelos avanzados de IA —como los de entrenamiento masivo de lenguaje o visión artificial— requieren infraestructuras computacionales de alto rendimiento que generan mucho calor. Para mantener operativos estos centros, se utilizan sistemas de enfriamiento por agua, que pueden llegar a consumir millones de litros anualmente en grandes instalaciones. 

Por ejemplo, entrenar un solo modelo de IA de gran escala puede implicar el consumo indirecto de decenas de miles de litros de agua, dependiendo del proveedor de servicios cloud y la ubicación del centro de datos.

La computación cuántica, aunque aún en fase experimental, también podría tener un impacto similar o incluso superior en el futuro. Los ordenadores cuánticos actuales requieren refrigeración a temperaturas cercanas al cero absoluto, lo que demanda una infraestructura extremadamente especializada, con potencial de alto consumo de agua industrial para el enfriamiento de sistemas auxiliares, aunque existen esfuerzos por desarrollar soluciones más sostenibles.

Este panorama obliga a replantear el concepto de digitalización sostenible. Si bien estas tecnologías ofrecen herramientas potentes para la optimización del consumo de agua en industrias tradicionales, su propio desarrollo debe ser evaluado bajo criterios de sostenibilidad ambiental y consumo responsable de agua

Algunas empresas tecnológicas ya han comenzado a publicar datos sobre su huella hídrica digital y a migrar a sistemas de enfriamiento más eficientes o con recirculación de agua, como medida de mitigación.

Estrategias para reducir el consumo o reutilizar el agua

Reducir la huella hídrica no significa únicamente usar menos agua, sino usarla mejor. Existen diversas estrategias que las empresas pueden implementar para optimizar su consumo y fomentar la reutilización. Una de las primeras acciones es realizar auditorías hídricas que identifiquen fugas, procesos ineficientes o áreas de alto consumo.

La modernización de equipos industriales, la implementación de tecnologías de recirculación de agua y el tratamiento de aguas grises para su reutilización son medidas cada vez más comunes. 

En sectores como la agroindustria o la minería, la reutilización del agua procesada puede reducir significativamente el volumen extraído de fuentes naturales.

También es clave fomentar la cultura del consumo responsable de agua dentro de la organización, sensibilizando al personal y promoviendo buenas prácticas en todas las áreas operativas. 

Las soluciones deben adaptarse al contexto específico de cada empresa, pero siempre con el objetivo de minimizar el impacto y aumentar la eficiencia.

Herramientas y certificaciones para la gestión hídrica 

Existen diversas herramientas y estándares que ayudan a las empresas a medir, gestionar y comunicar de forma transparente su desempeño hídrico. Una de las más reconocidas es la metodología desarrollada por la Water Footprint Network, que proporciona guías y plataformas para calcular la huella hídrica en distintas industrias.

Además, normas internacionales como ISO 14046, enfocada en la evaluación del impacto ambiental del uso del agua, permiten integrar la gestión del recurso hídrico dentro de los sistemas de gestión ambiental. 

Otras certificaciones como AWS Standard (Alliance for Water Stewardship) promueven una gestión sostenible y colaborativa del agua a nivel de cuenca, involucrando a todos los actores del territorio.

Estas herramientas no solo permiten mejorar la eficiencia operativa, sino también comunicar de forma creíble el compromiso ambiental de la empresa, reforzando su reputación y generando confianza entre clientes, inversores y comunidades.

Conclusión

Medir y gestionar la huella hídrica ya no es una opción, sino una necesidad. 

Las empresas que quieran prosperar en un contexto marcado por la escasez de recursos y la exigencia de consumidores conscientes deben asumir un compromiso claro con la sostenibilidad ambiental

A través de estrategias concretas de reducción, herramientas de medición y una visión de largo plazo, es posible minimizar el impacto ambiental del agua y garantizar operaciones más resilientes y responsables.

La gestión hídrica eficiente no solo protege el planeta: también fortalece la competitividad, reduce riesgos y abre nuevas oportunidades en un mercado cada vez más orientado a la sostenibilidad.

Si te interesa profundizar en la medición y reducción de la huella hídrica como parte de una gestión sostenible, descubre el Máster en Sostenibilidad y Gestión Medioambiental de OBS Business School, donde aprenderás estrategias integradas para liderar el cambio en tu empresa.

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Susana Muñoz

Profesora de OBS Business School. Experta en desarrollo del liderazgo y transformación cultural, coach, facilitadora y docente. Con más de 25 años en posiciones directivas en empresa multinacionales, dirige y desarrolla proyectos de evolución individual, organizacional y liderazgo sostenible.