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¿Qué puede pasar si no defino el público objetivo de mi negocio?

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El público objetivo de un negocio es como el centro de una diana: se trata del punto al que queremos llegar para obtener el mayor beneficio posible. ¿Te has puesto a pensar que podría pasarle a tu empresa si nunca acierta?

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¿Por qué es importante tener claro tu público objetivo?

Cuando creamos o diseñamos un producto, no lo hacemos gratuitamente. Lo idóneo es que detrás exista una necesidad que aspiramos a cubrir o que previamente hayamos creado en un grupo de consumidores específicos.

Dicho grupo de consumidores será el que se perfile como nuestro público objetivo, es decir, las personas más proclives a adquirir lo que queremos ofrecerles en el mercado.

También denominado target group, tiene además la función de servir como referencia para que las empresas no emprendan esfuerzos en vano y sepan cuándo están haciendo bien las cosas y cuándo están errando.

Sin una referencia de este tipo, las empresas no tendrían un foco en el cual enfatizar sus ofertas. Sus estrategias de marketing serían generalistas, vagas, ambiguas, y su único propósito sería captar consumidores de cualquier segmento comercial.

Público objetivo, ¿qué podría pasar si no lo definimos?

Por el contrario, el público objetivo garantiza que una oferta vaya encaminada hacia aquellos consumidores que, al menos en principio, estarían altamente dispuestos a comprar lo que les ofrecemos. Es una especie de centro o de faro.

Ahora bien, ¿qué podría pasarte si no lo defines? ¿Es tan grave como suelen decir? ¿A qué expondrías tu negocio si tus estrategias de marketing no tuvieran un destinatario claro? Veamos algunos tres escenarios posibles:

  • Buscarías a ciegas quién comprara tus productos. Sería algo similar a cuando entras en una habitación oscura y vas tanteando y agarrándote de donde puedes para evitar caer o tropezarte con algo. ¿Conoces una situación más rara? Pues bien, así es como te sientes cuando no sabes a quién dirigir tus estrategias de marketing. Recuerda, a la hora de definir tu público objetivo, evita cualquier descripción genérica o tópica. Fíjate siempre a los detalles; ¡ahí está la clave!
  • Invertirías recursos de forma ineficiente.

Las empresas sin un público objetivo definido invierten dinero y recursos en estrategias que, en el fondo, no tienen puerto de llegada. Su estrategia se puede resumir más o menos así: probar una y otra vez y otra más hasta descubrir cuál es la mejor opción. ¿Acaso no será más rentable tener claro desde el principio cómo, cuándo y en qué condiciones invertir los recursos. Pues eso, ¡tú mismo!

  • Tus equipos de trabajo lucirían descoordinados.

Una consecuencia interna de no definir el público objetivo de un negocio es la falta de cohesión, unidad, coherencia y coordinación de los equipos de trabajo. Cuando no existe un norte claro, nuestros colaboradores trabajan remando en direcciones contrarias. Habrá falta de comunicación, objetivos difusos, visión fragmentada de los proyectos, entre otras consecuencias.

Estos son apenas tres escenarios que pueden generarse al no definir el público objetivo de un negocio. Sin embargo, no son los únicos: ¡hay muchísimos más! Recuerda que debes estar atento y trabajar constantemente en la definición del llamado target group.

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