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A toda innovación le llega también su San Martín

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En el mundo de la innovación uno de los aspectos que a menudo no se considera, pero que es relevante es el momento en que se debe “dejar morir” una innovación. En el mundo empresarial es conocida la Matriz de Boston Consulting Group que define en base a una matriz 2x2 la situación en que se encuentra los productos o servicios que comercializa una compañía. Bajo esta conceptualización un producto descrito como “perro” es algo que va a desaparecer del mercado.

Esta perspectiva también la hemos de considerar cuando hablamos de innovaciones que llevan mucho tiempo en el mercado o cuando hablamos de productos o servicios que están vinculados a patentes que los protegen en diferentes territorios.

Recientemente se ha difundido la noticia que el propietario/inventor del formato mp3 lo va a dejar morir. Esta noticia que ha aparecido en diversos medios de comunicación es consecuencia de la decisión que ha tomado el propietario de las patentes relacionadas con el formato mp3 que es el Fraunhofer Institute for Integrated Circuits IIS (FIIS) por la que informa que como consecuencia de la finalización del periodo de vigencia de las patentes ha decidido que ya no hará más desarrollos relacionados con este formato.

¿Pero la caducidad de la patente supone la desaparición del mp3? No. Lo que ahora sucede es que cualquiera podrá desarrollar aplicaciones que usen el conocimiento que se describe en esas patentes sin tener que pagar royalties al Fraunhofer. Por lo que ya no existen argumentos económicos para que el FIIS continúe desarrollando aplicaciones.

Conviene recordar la importancia del negocio que ha supuesto para el FIIS la familia de patentes relacionadas con el mp3. Este ha sido un negocio basado en licencias de uso que suponía que las empresas que querían usar de forma legal un sistema de grabación y/o reproducción del formato mp3 debían pagar en función de si era fabricante de hardware (la licencia podía ir de 0,75 a 3,25 dólares por cada unidad) o era fabricante de software (una licencia que podía ir de 2,50 a 5,70 dólares por cada unidad). Si se consideran los millones de aparatos que se han fabricado en los últimos 20 años nos podemos dar cuenta de la magnitud del negocio.

Otro elemento interesante es que la familia de patentes que actuaba de forma conjunta era propiedad del Fraunhofer y de Thomson. A título de ejemplo de asociación es oportuno recordar  que en 2015 se comunicó un acuerdo entre el Fraunhofer-IIS y la empresa Technicolor para un programa de licencia conjunto del formato MPEG-H, que se propone la comercialización de las licencias del MPEG-H Audio Alliance TV System dirigida a las empresas del sector audiovisual.

Pero en lo que se refiere a las patentes caducadas este caso nos recuerda que aunque una patente puede ser un negocio, este existe mientras la patente está vigente. Pero que pasados 20 años de la solicitud esta pasa a ser de dominio público y cualquiera puede usar lo que se explica en esa patente.

Por este motivo es importante planificar que vamos a hacer cuando “muera una patente”, es decir, como vamos a recuperar el negocio que nos permitía esa patente. O bien si no hemos desarrollado nada para esa fecha, entonces planificar como vamos a cerrar el negocio. Y lo mismo deberíamos hacer con una innovación que no hayamos patentados porque también “cualquier innovación algún día va a morir” o va a dejar de ser nuestro negocio principal. Pero esto es algo que en muchas empresas cuesta de poner sobre la mesa porque se han situado en la “zona de confort” y no quieren salir de ella. Es más cómodo hacer lo mismo, o más de lo mismo que ponerse a pensar y después tomar la decisión de desarrollar un nuevo producto o servicio que, como es inherente a cualquier innovación, puede fracasar.

Por lo que se refiere al Fraunhofer Institute for Integrated Circuits IIS en su página web explican que aunque dejan de desarrollar aplicaciones para el mp3 ya tienen desarrollados nuevos formatos con mejores prestaciones especialmente dirigidos para las empresas que ofrecen servicios de streaming, o de televisión o de radio. Unos formatos que, curiosamente, están protegidos por patentes que le permitirán obtener nuevos royalties por las licencias de uso.

¿Tiene tu empresa una visión del negocio de las patentes como el FIIS?

¿Está preparada tu empresa para matar sus innovaciones y hacerlas renacer cual Ave Fénix?